Talleres de arte y naturaleza
Somos paisaje

“Comprender la interdependencia de los seres humanos con
todo lo existente es el primer paso para la transición ecológica.
Se nos ha olvidado que dependemos de nuestro entorno para
vivir”. 

María Novo

Una experiencia de mediación artística colaborativa entre estudiantes, vecinos  y diversas organizaciones de Valparaíso, que surge en el marco del Festival Puerto de Ideas. Organizada por Fundación Mar Adentro y desarrollada por nuestra coordinadora de programas Territoriales María Jesús Olivos y la socióloga Laura Vargas, junto a la Universidad Playa Ancha, la Mesa Territorial de Playa Ancha, la Asociación de Teatro Odeón, Asociación de las Torpederas y la Fundación Puerto de Ideas, que busca poner en valor los aspectos invisibles del territorio –pero latentes en la historia local– el paisaje y su relación  con la naturaleza. 

Por medio de metodologías* de arte colaborativo se facilitó la construcción colectiva de conocimiento que diera cuenta de aquellos espacios que son necesarios proteger en la cuenca hidrográfica de Valparaíso y de Playa Ancha. Esta experiencia constó de tres instancias que se llevaron a cabo el 7 y 28 de septiembre y 9 de noviembre. 

Un mapeo colectivo en el Teatro Odeón y Club Deportivo de Playa Ancha, una deriva territorial realizada en la Playa Las Torpederas y la actividad final, la que que consistió en la conformación de mesas de diálogo para abordar la crisis social y ambiental, jornada que además culminó con una exposición en plaza Waddington con objetos de los talleres anteriores y con un malón comunitario. 

*Metodologías aplicadas: 

Arte colaborativo

El arte colaborativo es una vertiente del arte que surge en los años 60’ en Europa y países nórdicos, y que luego se manifiesta en Latinoamérica en los años 90’ junto a la educación popular propuesta por Paulo Freire. Es un arte centrado en un contexto que busca crear procesos colaborativos y de negociación entre diversas redes locales en base a temáticas que surjan de la misma comunidad en torno a su territorio. Por medio de prácticas artísticas, uno de sus enfoques es crear espacios de aprendizaje colectivo, así como también narrativas que visibilicen tensiones o multiplicidades de una misma comunidad, a partir de los significados individuales y colectivos.

Deriva territorial

La deriva como técnica o herramienta, que surge de los situacionistas (Debord, 1958), nos permite sumergirnos en el significado poético de la ciudad, entregando valor a la mirada lógica de los urbanistas, complementa los mapas y construye nuevas cartografías, más artísticas y afectivas. Con esta mirada nos referimos a la reconstrucción emotiva de los lugares, lo que para los situacionistas se entiende como observación psicogeográfica. Para lograr este tipo de observación se requiere una actitud y una disposición al azar que en la deriva juega un papel tanto más importante cuanto menos asentada esté la observación psicogeográfica. (Debord, 1999)

Al estar en movimiento debemos captar qué es aquello que el paisaje va construyendo y nos  narra, en el instante mismo que acontece. El caminar observando se convierte en la tarea de exploración y se transforma en una fusión entre el paisaje interior y el paisaje exterior. Una experiencia estética y psicogeográfica, capaz de dejarse llevar por el azar y la intuición y el recorrido sensible del territorio.

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