Nuevo programa de monitoreo de aves en Bosque Pehuén

El Carpinterito Negro y Concón como indicadores de cambios ambientales

El estudio de ciertas especies muchas veces sirve para entender el estado y procesos ecológicos de un determinado lugar. En el caso de Bosque Pehuén (BP), área bajo protección privada (APP) de Fundación Mar Adentro, habitan dos aves que han sido catalogadas como especies indicadoras: el Carpintero Negro (Campephilus magellanicus) y el Concón (Strix rufipes).

Las especies indicadoras son aquellas que sirven para dar cuenta de cambios ambientales o niveles poblacionales, siendo las más conocidas las especies claves, bandera y paraguas.
Una especie clave es aquella que si el tamaño de su población cambia produce un gran impacto en todo el ecosistema, así, las especies clave juegan un papel crucial en la conservación de la salud y estabilidad de la biodiversidad de un sector. El Carpintero Negro es considerado como una especie clave, puesto que las cavidades que construye son ocupadas por otras aves que nidifican en ellas. También, es indicadora de bosques antiguos, ya que solamente habita en lugares con árboles bastante maduros. Además, se clasifica como especie paragua, puesto que requieren grandes extensiones de hábitat para sostener a sus poblaciones.

El Concón por su parte, es una especie que funciona muy bien como indicadora de biodiversidad de aves y endemismo. Por ello, en Bosque Pehuén se han establecido protocolos y frecuencias de monitoreo de estas dos aves para los próximos 25 años. Con esto se busca observar la variación anual y dentro del año de estas especies, para lo cual se realizarán cuatro campañas estacionales y así se determinará la presencia y abundancia del Concón y Carpinterito Negro.

Cabe mencionar que la nidificación es un proceso clave en el ciclo de vida de las aves. En ese sentido, entender la ecología reproductiva, es decir, las condiciones naturales que favorecen o desfavorecen el éxito reproductivo es muy importante para el manejo y conservación de aves en un territorio. Debido a esto, también se buscarán y monitorearán nidos en Bosque Pehuén.

Asimismo, conocer la dieta de las rapaces es una buena manera para entender su relación con ciertos fenómenos naturales y con especies de otros niveles tróficos dentro de un bosque. Por lo cual también se llevará a cabo un análisis de egagrópilas y restos óseos en BP, pues resulta ser una práctica extendida para estudiar la dieta de rapaces, cuyas observaciones comienzan con la localización de nidos y posaderas, ya que bajo estos es muy probable encontrar egagrópilas y restos óseos de sus presas, lo cual deberá realizarse por lo menos una vez al año.