Fondo Naturaleza Chile: la importancia del nuevo financiamiento colaborativo para proteger nuestro patrimonio natural
Fundación Mar Adentro: Estuviste trabajando desde los inicios en la creación del Fondo Naturaleza Chile que comenzó a conformarse el 2017, cuando el Ministerio del Medio Ambiente y Wildlife Conservation Society (WCS Chile) visitaron el fondo ambiental Costa Rica por Siempre. Desde ahí se empieza a gestar esta iniciativa público-privada, cuyo objetivo es movilizar y canalizar recursos para la conservación de la naturaleza a gran escala en Chile: ¿Cómo se fue desarrollando el Fondo Naturaleza Chile y qué necesidades viene a cubrir en el ámbito del financiamiento en la conservación?
Laura Cussen: Una parte esencial de la iniciativa para crear el Fondo Naturaleza Chile es que se origina y construye de forma colectiva. En distintos momentos, a lo largo de los últimos diez años, varias ONG del país pensaron en replicar el modelo de financiamiento público-privado mencionado en Chile. Y con la creación en nuestro país de la quinta red de áreas marinas protegidas más grande del mundo alrededor del 2018, distintos actores veían que era el momento perfecto para activar un fondo de este tipo, como parte de un impulso por generar mecanismos de financiamiento sostenible tanto públicos como privados. Conversaron con el Ministerio del Medio Ambiente y este invitó a las ONG Oceana, WCS y WWF a conformar un grupo de trabajo para crear un fondo ambiental. Con el tiempo se invitó a la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura desde el Estado, como también CODEFF y TNC desde la sociedad civil para integrarse a esta iniciativa. Personas vinculadas a conservación en Chile desde hace años me han comentado que este es el primer proceso con un nivel de colaboración público-privada tan alto en el país. Y es lo que más destaco: fue un proceso construido a través de consensos y por un bien mayor.
Luego del apoyo de donantes como la Fundación Packard y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el fondo se constituyó en septiembre de 2021 y en abril de este año se lanzó con su directorio y consejo, ambos paritarios en género y con representantes de la sociedad civil vinculada a la conservación, el sector financiero, la academia y comunidades locales.
Este fondo viene a ayudar a reducir significativamente la brecha de financiamiento para la conservación de la biodiversidad en nuestro país. Chile tiene una brecha de financiamiento vergonzosa: es uno de los diez países que menos invierte en la conservación cuando se toma en cuenta el tamaño de su Producto Interno Bruto, su biodiversidad -reconocida mundialmente- y la extensión de sus áreas protegidas. Siguiendo el ejemplo de los fondos ambientales que llevan 30 años en Latinoamérica, el Fondo Naturaleza Chile puede aumentar el financiamiento filantrópico hacia la conservación, generar nuevos flujos a partir de mecanismos financieros innovadores, y acompañar al Estado en aumentar los recursos que dedica a la conservación.
¿Qué ejemplo exitoso podrías contarnos de un tipo de fondo similar implementado en otro país?
Uno de los fondos ambientales más exitosos es el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (FMCN), fundado en 1994 y que hoy distribuye 100 millones de dólares al año directamente para conservación a través de cinco programas: áreas naturales protegidas, mares y costas, bosques y cuencas, proyectos especiales y de innovación, y proyectos interprogramas. Ha sido un gran ejemplo e inspiración a lo largo del proceso de construir un fondo ambiental en Chile. La idea de que los recursos del Fondo Naturaleza Chile se distribuyeran primordialmente a través de organizaciones locales partió de FMCN, por ejemplo.
¿Cómo el fondo promoverá la participación de las comunidades locales en la gestión efectiva de la biodiversidad?
Una decisión fundamental durante el diseño del fondo fue que este canalizará recursos sobre todo a través de organizaciones ambientales locales. La intención es que se pueda fortalecer la gestión y conservación que hacen las comunidades en sus propios territorios. Además, se han incluido en la gobernanza del fondo a personas de comunidades asociadas a la conservación de la biodiversidad – desde Pitipalena-Añihue en Aysén hasta Juan Fernández, desde Lafken Mapu Lahual en Los Lagos a Caleta Hornos en Coquimbo – para que ayuden a anclar la mirada estratégica del fondo en la realidad local de distintos rincones de nuestro país. La idea es que el fondo pueda ir integrando en todos sus niveles la voz y participación de comunidades locales, porque solo así podrá lograr impulsar la conservación de manera efectiva y equitativa.
¿De qué manera va a operar este fondo y cuál es el impacto que se espera?
El fondo operará a través de programas específicos que se irán creando para apoyar cada vez a más ecosistemas en el país. Está construido para ser flexible ante las necesidades de cada temática y geografía, por lo que cada programa podrá tener una forma propia de distribuir recursos. Los fondos ambientales de otros países suelen distribuir los recursos a través de concursos y según un plan detallado para cada programa.
¿Cómo se hará el seguimiento y evaluará el trabajo del fondo?
El monitoreo y evaluación de los proyectos es fundamental para que el fondo pueda mantener la brújula fija en lograr la conservación efectiva de la biodiversidad. La nueva institución ya cuenta con un borrador de su manual operativo, desarrollado por WWF con apoyo del BID, que contiene una propuesta para abordar este aspecto. Establece que el fondo construya un Sistema de Monitoreo y Evaluación de Proyectos, con el fin de vincular la agenda ambiental nacional con las metas e indicadores programáticos del fondo. Bajo este sistema, cada programa y proyecto incluiría al menos un indicador del plan estratégico del fondo, de forma que se pueda hacer un seguimiento cuantitativo del fondo completo, así se medirá el progreso hacia metas definidas, y también ayudará a hacer ajustes para mejorarla gestión para lograr los resultados deseados.
¿Qué líneas de trabajo han planteado para enfrentar la emergencia climática, desde la mitigación y adaptación?
El Fondo Naturaleza Chile se aproxima a la emergencia climática a través de las soluciones basadas en la naturaleza, buscando aquellas oportunidades en las que el resguardo de la biodiversidad puede simultáneamente generar beneficios climáticos a través de la mitigación o adaptación. En los dos programas sobre los cuales se ha avanzado para el fondo – el Programa de Áreas Marinas Protegidas y el Programa Bosques y Cuencas – el cambio climático se ha sentado en el centro de lo que se quiere abordar a través de la conservación.
Una de las líneas de acción que guiarán el trabajo del Fondo durante los próximos años es el Programa Bosques y Cuencas: ¿Cuál es su objetivo y cómo esperan llevarlo a cabo?
La visión del programa es que “Chile protege y restaura sus cuencas hidrográficas para la conservación de la biodiversidad y provisión de agua en beneficio de las personas y la naturaleza, contribuyendo a aumentar la resiliencia frente al cambio climático”. En una primera instancia se buscaría poner en marcha proyectos piloto de conservación para aumentar la resiliencia climática de cuencas hidrográficas, demostrando que es posible una recuperación económica basada en la naturaleza en las comunidades locales. El nuevo directorio del fondo será el que decida cómo proseguir con el programa más en detalle, en base a las propuestas que se han preparado.
¿Cuáles son tus expectativas para el Fondo Naturaleza Chile?
El Fondo Naturaleza Chile puede y debe ser parte de una transformación nacional en la que comenzamos a poner a nuestro patrimonio natural al centro de las decisiones. Veo que Chile podría hacer algo similar a lo que hizo Costa Rica en el último siglo – revertir la degradación de sus ecosistemas y convertirse en un líder mundial de la conservación. Es lo más racional que podemos hacer, ya que un país sin naturaleza es un país sin corazón y sin futuro. Mi anhelo es que el fondo pueda ser una piedra angular en esta transformación, articulando actores de la sociedad para que todos rememos hacia esa visión común, y de manera muy práctica ayudando a que todos los actores, sean público como privados, den lo suyo para revertir la pérdida de la biodiversidad.