Archivo de algas: digitalizando el patrimonio biocultural

Si pensamos en conservación hay un aspecto muy relevante pero del cual no se habla habitualmente: las colecciones biológicas. Claves para el estudio de la biodiversidad y fuente fundamental de información científica, son repositorios sistematizados, bien identificados, clasificados y ordenados de algún tipo de material biológico. En gran parte se encuentran depositadas en museos de historia natural o de ciencias, universidades, centros de investigación o en colecciones privadas.

Como menciona Sebastián Carrasco, magíster en ciencias con mención en botánica y encargado de proyectos de conservación de Bosque Pehuén, las colecciones biológicas son importantes para la conservación de la biodiversidad porque entregan información a largo plazo. Son como «ventanas al pasado», que de no existir, datos relevantes sobre la historia natural de las especies serían muy escasos o inexistentes

Asimismo, destaca que las colecciones biológicas son muy útiles para conocer y monitorear cambios ecológicos y evolutivos, como por ejemplo, los cambios en la distribución geográfica de las especies, procesos de especiación, deriva genética y extinción. Lo anterior, permite comprender cómo las especies responden a cambios ambientales tales como la contaminación, el cambio climático, la pérdida de hábitats, y la presencia de especies invasoras, preguntas fundamentales para la biología de la conservación.

Con el avance de la tecnología se está realizando cada vez más la digitalización de colecciones biológicas, y asimismo el desarrollo de plataformas para acceder a ellas fácilmente, lo cual resulta muy importante en términos de difusión de conocimientos en distintos sectores de la sociedad sobre la relevancia y cuidado de diversas especies.

Tal es el caso del Archivo de algas. Un proyecto a cargo de un equipo transdisciplinario conformado por científicos y artistas, encabezado por la diseñadora estratégica Javiera Gutiérrez, fundadora y directora de Munani Alimentos, empresa de innovación social alimentaria que promueve el consumo responsable de algas endémicas de Chile y que trabaja en alianza con agrupaciones de algueras y recolectores de las costas del país.

“El Archivo de algas surgió frente a la necesidad de educar y concientizar sobre el valor ecológico y cultural de las algas nativas de Chile. De esta forma, se elaboró un catálogo virtual que incluyó la geolocalización, modelado en 3D y herborización de 10 especies (en una primera etapa), el cual busca visibilizar la riqueza de algas existentes en el territorio y destacar su rol como patrimonio biocultural, para de ese modo fomentar la conservación y conocimiento acerca de estos importantes organismos”, menciona Javiera Gutiérrez.

Gracias al Fondo FMA y a partir de un trabajo con comunidades algueras del centro y sur de Chile se creó este archivo, que tal como lo manifiesta Javiera Gutiérrez “se concibe como un espacio de aprendizaje, conservación y contemplación de una selección de algas nativas de las costas de Chile. La idea es abrir instancias educativas, gastronómicas y expositivas para vincular las algas con las personas, y de esta forma, poder desarrollar un entendimiento más integral del mundo de la ficología, desde un punto de vista científico, social, y cultural”.

Esteban Serrano, diseñador de interacción y desarrollador de software, quien se dedica a llevar a cabo experiencias tecnológicas para el área de la cultura, la investigación y el diseño, y quien también estuvo involucrado en el proyecto, cuenta que para el Archivo de algas se desarrollaron modelos 3D manualmente en base a imágenes de las herborizaciones y de otras imágenes de archivo.

El proceso de digitalización lo realizó Jaime Martinez, artista 3D con basta experiencia en modelado digital, y el encargo que se le hizo requería mostrar las algas como si estuvieran bajo el agua. Sin embargo, como cuenta Serrano, la mayor parte de las imágenes de las algas son fuera del agua, en formato seco y plano. Entonces, no fue fácil reproducir de forma precisa su geometría. Además, el alga fuera del agua tiene otro color. Eso, sumado a la alta variabilidad en forma y tamaño de los ejemplares, hizo que lograr alta fidelidad en la representación 3D fuera complejo.

El Archivo de algas tal como menciona Javiera Gutiérrez “es un proyecto que en su segunda etapa busca desarrollar diversas instancias, entre ellas, una exposición, talleres de herborización y de cocina con algas. Asimismo, existe el desafío de poder aumentar la cantidad de algas en el archivo digital, como también abordarlo desde una perspectiva transdisciplinar: invitando a artistas a elaborar obras en base a su interpretación de las algas; incluir escritura retrospectiva e incluso musicalizar cada alga. Pues la idea es aumentar el contenido del archivo, para que las personas puedan acercarse a ellas desde diferentes miradas”.

Tal como expresa Cristián Bulboa ━profesor investigador del Departamento de Ecología y Biodiversidad de la Universidad Andrés Bello, PhD en Ciencias con mención en Botánica (Universidad de Sao Paulo, Brasil) y quien publicó junto a otros dos investigadores, Alexis Bellorín (Universidad de Oriente, Venezuela) y Loretto Contreras- Porcia (Universidad Andrés Bello, Chile) el libro Algas, una introducción a la ficología una de las publicaciones más importantes sobre algas que se haya escrito en español━, “la digitalización de colecciones biológicas de algas es muy relevante dado que es un formato que permite acercar un conocimiento, que muchas veces es bastante críptico, a toda la población, y mejor aún, cuando es en un formato amigable”.

“Recordemos que la información científica está albergada principalmente en publicaciones hechas por y para científicos/as, por lo que disponer de esta información en lenguajes y formatos diferentes y accesibles a todo público es muy importante. El conocimiento y su divulgación son y serán en los próximos años fundamentales para concientizar, educar e informar a la población en temas de biodiversidad y conservación, y para entregar información de calidad a los tomadores de decisiones, quienes pueden ser muy lejanos al área o temática que están abordando, y de la cual son responsables”, menciona Bulboa.

Sin embargo, este investigador reconoce que la tarea de digitalizar las colecciones biológicas no es una tarea fácil, ya que además de tiempo y presupuesto requiere del uso de técnicas para la recolección y procesamiento del material y de la participación de expertos en el tema. Esto es bastante desafiante, menciona, sobre todo en grupos biológicos complejos y en constante cambio como son las algas.

Frente a la interrogante de cómo se ha venido desarrollando la digitalización de las colecciones biológicas marinas a nivel nacional, y qué desafíos específicos hay en relación a las algas, Cristián Bulboa reconoce que esto ha avanzado en algunos casos a través de redes sociales principalmente.

“He visto el esfuerzo de los y las colegas científicas (me incluyo), que en sus RRSS dan a conocer su trabajo, para informar y educar. También han aparecido algunas aplicaciones tecnológicas que ayudan a identificar especies, pero esto aún no es masivo. Fundaciones y ONGs también han puesto en valor el conocimiento por medio de infografías, muestras, exposiciones, etc. No obstante, la digitalización de colecciones biológicas es algo que no está tan desarrollado. Con respecto a las algas hay mucho que conocer; Chile tiene un litoral muy extenso y un grupo de excelentes especialistas en la materia, pero al ser un grupo complejo y desconocido solo en los últimos años ha tomado relevancia para la población, reconociendo la importancia ecosistémica que tienen las algas”.

Bulboa sostiene que en un país que le da poca relevancia a la ciencia, el buscar distintos formatos para acercar el conocimiento es un acto valiente, que requiere mucho esfuerzo. En este sentido, reconoce que el proyecto del Archivo de algas es de un enorme aporte, ya que está concebido con una mirada muy novedosa que explora vetas nuevas de la difusión científica, mezclando la ciencia, el arte, el trabajo de expertos, gestores y artistas. Llega en un excelente momento en donde hay curiosidad por el mar, por su cuidado e importancia para el planeta.

Tal como menciona Maya Errázuriz, Directora de arte y publicaciones de la fundación, “a nivel mundial ha habido un movimiento hacia la digitalización de colecciones biológicas con el propósito de poder conservar de mejor manera estas colecciones, para que perduren en el tiempo y a la vez darle mayor visibilidad y posibilidades de acceso. Las colecciones biológicas por lo general son extremadamente delicadas, por lo que no pueden ser manipuladas, y la digitalización otorga la posibilidad de que no solo sean visibles para científicos y académicos si no también para el público general”.

Al mirar una colección digital del Archivo de Algas uno logra identificar un gran potencial artístico. Es una gran oportunidad trabajar junto a científicos, artistas, chefs, entre otros, un proyecto transdisciplinario sobre las algas, para educar desde diversas perspectivas, y acercar estas especies a las personas, especialmente, en estos tiempos en que se incrementa la pérdida de biodiversidad, menciona Maya Errázuriz.

Tatiana Pavez

Tatiana Pavez, Directora de contenido de Fundación Mar Adentro.